ARBOLITO DE NAVIDAD
Los días frescos de diciembre nos traían siempre la esperanza renacida y ferviente de aprisionar en nuestro
corazón la alegría, y algo que sentíamos que era diferente.En aquel terreno enorme en el que
habilitábamos lugares como escondites eramos felices pasando las horas jugando ,olvidando nuestras
tareas cotidianas de la escuela pues eran dulces vacaciones.La noche se nos hacia larga y tediosa pero
reconfortante por aquel sueño reparador que terminaba con los olores agradables y riquísimos que venían
de la cocina con el amanecer de un nuevo día.Saltando de la cama nos acercábamos al calor del fogón en
donde ya el comal de barro cocinaba riquísimas tortillas de harina que nos daban vida,ademas del rico y
oloroso café de olla que nos terminaba de despertar. y después de ello a jugar se ha dicho.lo mas clásico a
indios y vaqueros en donde las gallinas de abuelita , eran las paganas de nuestros juegos, pues a toda
costa necesitábamos una de sus plumas para ponerla en nuestra cabeza convirtiéndonos en verdaderos
guerreros indios o también disfrutando bajo aquel árbol que inclinaba sus ramas hacia nosotros al vaivén
del columpio que lográbamos impulsar con ganas de llegar al cielo. Bajo las camas siempre estaba limpio
porque era nuestro escondite maravilloso y perfecto bues bajo ella y al cobijo de la colcha espiábamos los
movimientos de mamá tras los mechones entretejidos de la misma que solo abandonábamos cuando el
perro nos descubría. Así nuestra infancia disfrutaba de tiempos mas precisos en cuanto al clima que
siempre fue bienvenido.pero había un hecho muy importante en esos días, y siempre estábamos listos para
cuando mamá y abuela lo decidieran:escoger nuestro árbol de navidad.
en nuestra región existe mucho arbusto y matorral y ni soñar con tener un pino verdadero. Íbamos al
monte con un paso decidido y ceremonioso porque estábamos atentos de donde se detendría la mas
grande de la casa que por su experiencia escogería el mas conveniente y hermoso arbusto de "crucero"
que serviría para alimentar el espíritu navideño de la familia.cabe decir que no deberíamos cruzarnos con
algún otra familia pues entonces vendrían las comparaciones en cuanto al mejor arbusto, de esta manera
nos asegurábamos que era el mas bonito .
Y regresábamos con prisa pues ese mismo día debería quedar instalado.
Ya en casa , la familia rodeaba aquel acto maravilloso de amor que consistía en forrar aquel arbusto de
algodón .Con suavidad y calma, poco a poco, cada rama iba quedando como árbol forrado con aquel
material blanco que nos daba la impresión de que se convertía en nieve ante nuestra vista e imaginábamos
que seria la señal para que aquel hombre barbado y alegre llegara una noche a traernos un presente sin
que nosotros nos diéramos cuenta.
Ese árbol amorosamente cobijado se decoraba con esferas y escarcha que le daban un colorido increíble ,
ademas de colocarle una instalación de foquitos de colores intensos que que aunque eran poquitos , eran
grandes y ademas proporcionaban un poco de calor a nuestras almas.
Era nuestro sitio de adoración que de pequeños , aunque nos llamaba la atención , no tocábamos. Así los
días hasta hasta que llegaba la noche buena, día muy especial pues desde que amanecía nuestros adultos
preparaban algo.La ida al molino para amartajar el nixtamal era señal de que se prepararían unos ricos y
deliciosos tamales.Alguien se encargaba de conseguir los ingredientes pero distraídos en nuestros juegos
no alcanzábamos a descubrir,solo veíamos a la gente atareada por realizar ese acto mágico que
disfrutaríamos por la tarde.
Las mujeres rodeaban aquellas cubetas de masa preparada y los satenes de aquel guiso especial, y
amorosamente embarraban las hojas de maíz para doblarlas cuidadosamente ...pero lo mas importante
eran esas platicas de adultos, el tono y el respeto que se hacia sentir y lo que aprendía uno a como
comportarse.
Caída la tarde veíamos que se sacaba la mesa al patio y después las sillas y poco a poco se iban colocando
los platos y vasos hasta que nos daban esa señal maravillosa de acudir a la mesa.Ya sentados se nos hacia
enorme esa mesa pues eramos bastantitos.Para todos alcanzaba ese platillo de noche buena y con la
llegada de la noche la obscuridad al cobijo de nuestros mayores nos servia de motivo para seguir jugando
acentuando la alegría de todas esas cosas que iban llenando nuestros corazones de amor. Era un día
especial, pues mientras los adultos brindaban con aquello que les producía euforia ,nosotros podíamos ir un
poco mas allá en nuestros juegos pues involucrábamos a nuestros vecinos.
Extenuados era momento de ir a la cama para seguir soñando y esperar el nuevo día que nos traería una
renovada alegría.
Despertaba al sentir la mano tierna y firme de mamá que me hacia abrir los ojos lentamente , pero en esa
ocasión siempre brincaba de la cama y en pocos pasos llegaba hasta el arbolito para descubrir aquellos
hermosos regalos que eran compartidos con mis hermanos y después , pues a ver a mis primas o primos y
compartir de esa hermosa alegría de navidad.Todo eso era normal aunque en algunos años variaba pues se
ponía nacimiento y era algo mucho mas bonito en el recuerdo pues el conocer a otros niños siempre era
importante ademas de los cánticos de pedir posada,el arrullo al niño Dios, el quebrar la piñata,el tronar de
los "cuetes" que jamas nos causaron daño alguno,y lo mas esperado. Hacer fila para obtener nuestra bolsa
de dulces que nos deleitaba varios días.el cacahuate y la colasion hasta nuestros días hacen una
combinación de sabor inconfundible de esta celebración de toda la humanidad: la noche buena y navidad.
Pero esta Navidad sera muy diferente pues en cada lucesita de mi árbol, , estarán las caras de mis amigos
y amigas ,de mis compañeros de trabajo,de mis familiares,y creo que estará muy bien iluminado por la fe
que tengo en que alguien esta pendiente de nosotros, de todos nuestros actos y que no importa para el si
cometimos algunos errores pues el perdona, se que estará contigo también cuidándote siempre,
perdonándote y pendiente de ti.....}
corazón la alegría, y algo que sentíamos que era diferente.En aquel terreno enorme en el que
habilitábamos lugares como escondites eramos felices pasando las horas jugando ,olvidando nuestras
tareas cotidianas de la escuela pues eran dulces vacaciones.La noche se nos hacia larga y tediosa pero
reconfortante por aquel sueño reparador que terminaba con los olores agradables y riquísimos que venían
de la cocina con el amanecer de un nuevo día.Saltando de la cama nos acercábamos al calor del fogón en
donde ya el comal de barro cocinaba riquísimas tortillas de harina que nos daban vida,ademas del rico y
indios y vaqueros en donde las gallinas de abuelita , eran las paganas de nuestros juegos, pues a toda
costa necesitábamos una de sus plumas para ponerla en nuestra cabeza convirtiéndonos en verdaderos
guerreros indios o también disfrutando bajo aquel árbol que inclinaba sus ramas hacia nosotros al vaivén
del columpio que lográbamos impulsar con ganas de llegar al cielo. Bajo las camas siempre estaba limpio
porque era nuestro escondite maravilloso y perfecto bues bajo ella y al cobijo de la colcha espiábamos los
movimientos de mamá tras los mechones entretejidos de la misma que solo abandonábamos cuando el
perro nos descubría. Así nuestra infancia disfrutaba de tiempos mas precisos en cuanto al clima que
siempre fue bienvenido.pero había un hecho muy importante en esos días, y siempre estábamos listos para
cuando mamá y abuela lo decidieran:escoger nuestro árbol de navidad.
en nuestra región existe mucho arbusto y matorral y ni soñar con tener un pino verdadero. Íbamos al
monte con un paso decidido y ceremonioso porque estábamos atentos de donde se detendría la mas
grande de la casa que por su experiencia escogería el mas conveniente y hermoso arbusto de "crucero"
que serviría para alimentar el espíritu navideño de la familia.cabe decir que no deberíamos cruzarnos con
algún otra familia pues entonces vendrían las comparaciones en cuanto al mejor arbusto, de esta manera
nos asegurábamos que era el mas bonito .
Y regresábamos con prisa pues ese mismo día debería quedar instalado.
Ya en casa , la familia rodeaba aquel acto maravilloso de amor que consistía en forrar aquel arbusto de
algodón .Con suavidad y calma, poco a poco, cada rama iba quedando como árbol forrado con aquel
material blanco que nos daba la impresión de que se convertía en nieve ante nuestra vista e imaginábamos
que seria la señal para que aquel hombre barbado y alegre llegara una noche a traernos un presente sin
que nosotros nos diéramos cuenta.
Ese árbol amorosamente cobijado se decoraba con esferas y escarcha que le daban un colorido increíble ,
ademas de colocarle una instalación de foquitos de colores intensos que que aunque eran poquitos , eran
grandes y ademas proporcionaban un poco de calor a nuestras almas.
Era nuestro sitio de adoración que de pequeños , aunque nos llamaba la atención , no tocábamos. Así los
días hasta hasta que llegaba la noche buena, día muy especial pues desde que amanecía nuestros adultos
preparaban algo.La ida al molino para amartajar el nixtamal era señal de que se prepararían unos ricos y
deliciosos tamales.Alguien se encargaba de conseguir los ingredientes pero distraídos en nuestros juegos
no alcanzábamos a descubrir,solo veíamos a la gente atareada por realizar ese acto mágico que
disfrutaríamos por la tarde.
Las mujeres rodeaban aquellas cubetas de masa preparada y los satenes de aquel guiso especial, y
amorosamente embarraban las hojas de maíz para doblarlas cuidadosamente ...pero lo mas importante
eran esas platicas de adultos, el tono y el respeto que se hacia sentir y lo que aprendía uno a como
comportarse.
Caída la tarde veíamos que se sacaba la mesa al patio y después las sillas y poco a poco se iban colocando
los platos y vasos hasta que nos daban esa señal maravillosa de acudir a la mesa.Ya sentados se nos hacia
enorme esa mesa pues eramos bastantitos.Para todos alcanzaba ese platillo de noche buena y con la
llegada de la noche la obscuridad al cobijo de nuestros mayores nos servia de motivo para seguir jugando
acentuando la alegría de todas esas cosas que iban llenando nuestros corazones de amor. Era un día
especial, pues mientras los adultos brindaban con aquello que les producía euforia ,nosotros podíamos ir un
poco mas allá en nuestros juegos pues involucrábamos a nuestros vecinos.
Extenuados era momento de ir a la cama para seguir soñando y esperar el nuevo día que nos traería una
renovada alegría.
Despertaba al sentir la mano tierna y firme de mamá que me hacia abrir los ojos lentamente , pero en esa
ocasión siempre brincaba de la cama y en pocos pasos llegaba hasta el arbolito para descubrir aquellos
hermosos regalos que eran compartidos con mis hermanos y después , pues a ver a mis primas o primos y
compartir de esa hermosa alegría de navidad.Todo eso era normal aunque en algunos años variaba pues se
ponía nacimiento y era algo mucho mas bonito en el recuerdo pues el conocer a otros niños siempre era
importante ademas de los cánticos de pedir posada,el arrullo al niño Dios, el quebrar la piñata,el tronar de
los "cuetes" que jamas nos causaron daño alguno,y lo mas esperado. Hacer fila para obtener nuestra bolsa
de dulces que nos deleitaba varios días.el cacahuate y la colasion hasta nuestros días hacen una
Pero esta Navidad sera muy diferente pues en cada lucesita de mi árbol, , estarán las caras de mis amigos
y amigas ,de mis compañeros de trabajo,de mis familiares,y creo que estará muy bien iluminado por la fe
que tengo en que alguien esta pendiente de nosotros, de todos nuestros actos y que no importa para el si
cometimos algunos errores pues el perdona, se que estará contigo también cuidándote siempre,
perdonándote y pendiente de ti.....}
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