Buscar este blog

26 de noviembre de 2011

MI UNIVERSO ERES TU


 ME DAS UN BESO?...
Si me das un beso, seré capaz de reinventar el mundo y darle nombre a las cosas nuevas ... a las cosas que dejan de ser cosas para envolverse  con amor a tu silencio fecundo.. .

Si me das un beso, te daré con 
frenesí

 un collar construido por las cuentas de mis ansias locas, engarzado en tus sonrisas
y  miradas tiernas  que recibo de ti.
Si me das un beso, iré por tu señal  y en lugar de ascender por el camino  ire en  la flecha  que tiene mi corazón herido
Si me mandas un beso, te encontraras desnuda en el poema mas tierno  que escribi  para ti...
Si me das un beso, te imaginare  una niña 
soñando que  juega  conmigo al escondite 

esperando a que la encuentre  
con un dulce tesoro entre sus manos para mi...





Si me das un beso, te diré dónde está mi universo.....

TIENES RELOJ ? ...O TIEMPO...


TIENES RELOJ?... O TIEMPO !!!!
(Entrevista realizada a MOUSSA AG ASSARID (Moussa Ag Assarid es un miembro de la tribu de los Tuareg en África.) por VÍCTOR-M. AMELA, Periodista, escritor, profesor, tertuliano y analista de televisión. Nacido en Barcelona en 1960.)




No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles...! 
Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier... Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo


- ¡Qué turbante tan hermoso...!
- Es una fina tela de algodón: permite taparr la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.


- Es de un azul bellísimo...
- A los tuareg nos llamaban los hombres azulles por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...


- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?


- Con una planta llamada índigo, mezclada coon otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo
- ¿Por qué?


- Es el color dominante: el del cielo, el teecho de nuestra casa.
- ¿Quiénes son los tuareg?


- Tuareg significa "abandonados",,, porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.


- ¿Cuántos son?


- Unos tres millones, y la mayoría todavía nnómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!", denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.


- ¿A qué se dedican?


- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, ccorderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio...


- ¿De verdad tan silencioso es el desierto???<
- Si estás a solas en aquel silencio, oyes eel latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.


- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?


- Me despierto con el sol. Ahí están las cabbras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!
- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..


- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarrte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas..... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua
- Saber eso es valioso, sin duda...


- Allí todo es simple y profundo. Hay muy poocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!


- Entonces este mundo y aquél son muy difereentes, ¿no?


- Allí, cada pequeña cosa proporciona feliciidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!


- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer vviaje a Europa?


- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. .... ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...


- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja.....


- Sí, era eso. También vi carteles de chicass desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.


- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?


- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...


- ¿Tanto como eso?


- Sí. A principios de los 90 hubo una gran ssequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.


- ¿Qué pasó con su familia?


- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa... Entendí: mi madre estaba ayudándome...


- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela???


- De que un par de años antes había pasado ppor el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...
- Y lo logró.


- Sí. Y así fue como logré una beca para esttudiar en Francia..


- ¡Un tuareg en la universidad. ..!
- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de ccamella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.


- Sí... ¿Qué es lo que peor le parece de aquuí?


- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejááis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!


- Reláteme un momento de felicidad intensa een su lejano desierto.


- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...


- Fascinante, desde luego...


- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...


- Qué paz...


- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo!!!........ concluyo serenamente y con la convicción de tener muy dentro  de su corazon los sentires de su tribu en su corazon a pesar de la modernidad......

24 de noviembre de 2011

LA VIBORA Y LA CULEBRA


Una víbora acostumbraba a beber agua de un manantial, y una culebra de agua que habitaba en él trataba de impedirlo, indignada porque la víbora, no contenta de reinar en su campo, también llegase a molestar su dominio.

A tanto llegó el enojo que convinieron en librar un combate: la que consiguiera la victoria entraría en posesión de todo.
Fijaron el día, y las ranas, que no querían a la culebra, fueron donde la víbora, excitándola y prometiéndole que la ayudarían a su lado.
Empezó el combate, y las ranas, no pudiendo hacer otra cosa, sólo lanzaban gritos.
Ganó la víbora y llenó de reproches a las ranas, pues en vez de ayudarle en la lucha, no habían hecho más que dar gritos. Respondieron las ranas:
-- Pero compañera, nuestra ayuda no está en nuestros brazos, sino en las voces.
MORALEJA:
En la lucha diaria tan importante es el estímulo como la acción.