Buscar este blog

5 de junio de 2011

PALABRAS DISONANTES (SIN SENTIDO COMÚN)



El padre del psicoanálisis SIGMUND FREUD, afirmaba: "En la vida no hay azar", mientras que los viejos  afirman: "En la vida no hay causalidad". Son dos visiones: La científica y la popular, que con palabras distintas van de la mano (sin reñir) sobre un mismo tema.
El afamado psicoanalista LUIS TREJO GONZALEZ utiliza el término "Disonancia cognoscitiva" (concepto formulado en 1957 por LEóN FESTINGER), "que es un canto a la irracionalidad y a la aceptación de la paradoja", que según sus palabras, es un malabarismo lingüístico con el que se ven las cosas simples de la vida con estilo académico, con el que conferencian, analizan, escriben. La voz popular habla de ausencia de sentido común o uso de la obviedad. Es lo mismo, sólo que con una estructura semántica diferente.


Mientras que la voz popular dice: Habla con los pelos de la burra en la mano, quizás un docto en el lenguaje diga: Parla con los bellos del pollino en la diestra, O mientras la Vox populi expresa: Tanto va el cántaro al agua, hasta que se rompe, un especialista podría decir: En reiteradas ocasiones el artificio de barro se dirige al elemento vital, hasta que se fragmenta en añicos, o cuando la voz popular dice: Aquí hay gato encerrado, un especialista podría decir: Aquí hay lince en sumisión, o cuando al ir manejando te dan un cerrón de carro, la Vox populi dice: ¡Eres un MENSO!, mientras un docto diría: Es usted un hombre poco diestro en el manejo.
Y no es que uno u otro estén mal, lo académico tendrá que tener su lenguaje científico sobre temas que el colectivo social llama de manera llana. Al pueblo le gusta más, le cautiva mucho lo simple, lo coloquial, lo sencillo... Lo directo.


Eso que el afamado psicoanalista cita como disonancia cognoscitiva, el pueblo lo llama ausencia de sentido común o locuciones llenas de obviedad, que se expresan diariamente en la coloquialidad del colectivo social, básteme citar como ejemplo:
"Se pintan casas a domicilio".
"Se arreglan baños en su casa".
"Este taller trabaja todos los días de la semana... ¡También los viernes!".
"El que tenga marranos que los amarre... ¡El que no pos no!".
Cuando una persona va por la calle y se cae, le preguntan: ¿Te caíste?... ¡No, así camino!.
La gente ve a una señora con el abdomen abultado por varios meses de embarazo, le preguntan: ¿Estás embarazada?... Pos qué crees que me hizo mal el desayuno.
O en época de lluvia entra todo empapado un compañero apresuradamente a la oficina, no falta quien le pregunte: ¿Te mojaste?... ¡No!, ahora es el nuevo estilo de venir al trabajo
"La semana pasada fui a Zamora, Michoacán , de regreso tomé el avión que me llevaría de Guadalajara a Monterrey, dentro del aeroplano saludé a un amigo que sentándose a mi lado me preguntó: ¿A dónde vas?...  ¿Pos a dónde va el avión?."


Cuando una persona llega a casa le preguntan: ¿Ya llegaste?... ¡No!, soy un fantasma.
O en el desayuno te descuidas y te vacías la taza de café en la ropa: ¿Se te cayó el café?.
¡No menso!, ahora así me perfumo la ropa.
Lo que caracteriza estas voces populares, además de la ingenuidad provinciana, es esa simplicidad que va siempre acompañada del sentido común y de una obviedad a flor de piel que se manifiesta en sus historia, anécdotas o frases como:
Todo objeto que se introduce en el agua... Tiende a mojarse.
Se está muriendo gente... Que no se había muerto antes.


 ¿Lloverá a la noche... ¡Mañana les digo!.
 ¿Por qué no guardas con llave el azadón, el machete, el pico y la pala?... Pa' qué, quién  se los va a robar... Si sirven pa' trabajar.
En mi casa no tengo problemas, 15 días grita mi MUJER... El resto obedezco yo. ....SALUDOS