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6 de julio de 2011

EL ENCUENTRO

Erase una vez de un hombre que vagaba por el desierto y su esperanza vana de encontrar un manantial de felicidad ,después de haber andado errante por los caminos de la vida  y de haber sembrado ilusiones estériles en suelo llano.
Cada día tocaba puertas de corazones tratando de sembrar ilusiones y buscando un poco de calor , pues por la vida solo había cosechado hierba mala y mezquindad como espejismo de amores.
Mas un día se cruzo en su camino una flor acercándose a el en busca de ayuda y solución a su inquietante preocupación que le avasallaba, sustentada en los mantos de un suave viento.
Pronto y fiel a su actitud fraternal extendió la mano haciéndole llegar a puerto seguro, a aquella que mostraba una inquietud palpitante.
Hacia tiempo que el no sentía el calor con aroma de flor imperturbable y aquella sensación se prendió de su razón al instante.
La hermosa flor,se tranquilizo en su infortunio al escuchar la melodía de ayuda de nuestro personaje que cada día encontraba diferentes matices en aquella que su aroma le había prendado.
Así paso el tiempo y entre sones entonados por el viento, cada día renacía una esperanza en su corazón pues el aroma se hacia mas intenso y sutilmente los envolvía, hasta que un dia fue invitado a la fiesta de las flores  en donde vio la verdadera imagen de la flor, cuyo aroma era excitante.
Apresurando sus pasos por llegar al punto de conjunción ,abriose  paso entre la naturaleza para llegar por fin y admirar la verdadera belleza de aquella cuyo aroma le había extasiado.
Y se quedo como entre nieblas,como sostenido entre las nubes,y la sintió como el centro del universo envuelta en una nebulosa de bellos sentimientos, y se sintio atraído como si existiese una fuerza de gravedad insostenible y sin poder detenerse se acerco y poso sus labios en su faz,  al ver el resplandor de aquella bella que sonriente le esperaba para mostrar su semblante  y una caricia en su voz que le condujo  en un instante al lugar donde estaría por un momento como espectador de aquella flor cuyo aroma le había fascinado.
Eternos los instantes de relación etérea ,pero bello aquel encuentro que termino,, partiendo el y quedando ella , que al despedirse sabia que no podria prescindir de aquella cuyo aroma le había compartido.

Y  hasta hoy vive vagando ,pero ya con rumbo cierto pues trazo  el camino de regreso hacia ella ,que pudiera ser, quisiera permanecer a su lado  o tan solo brindarle unos momentos de su aroma ,relación intensa que solo entienden los enamorados.

1 comentario:

J. ANT. Q dijo...

para ti esta imagen distorionada por pudor pero con un ansia irrefrenable...